4/Agosto/2009
... el ruido del avión era atronador, se te metía en los oídos y, aunque albergaba la esperanza de que en unos segundos desapareciera, cada vez era más consciente de que ese sonido de frigorífico estropeado era lo que le iba a acompañar durante mínimo, las tres horas siguientes...
La única ayuda era el hecho de que sus oídos comenzaban ha hacer un fuerte vacío a medida que iba tomando altura.
Sin embargo fue ahí, entre todo ese ruido cuando ella sonrió serena, por segunda vez en aquella mañana se hizo un guiño a si misma y se sintió tremendamente afortunada de estar EN EL AIRE!.
Algunas horas antes, así como por casualidad, había sido presa de un sentimiento similar, no sabia muy bien como describirlo, pero en esencia se trataba de una suma de alegría, esperanza, ganas de mirar más allá, de conocer, de ser, de crecer... satisfacción personal!
Volaba sola, pero se daba perfecta cuenta de que ese ´sola´ ya no le daba miedo, hasta hacía poco más de un año, ´sola´era una extraña mezcla entre miedo y angustia (¿cómo me voy a ir sola? ¿tomar un café sola?...) Pero ahora ya no, debía estar madurando, poco a poco... ahora ese miedo o angustia que antes le producía la soledad, se había transformado en un sentimiento muy excitante, se veía con ganas, con fuerza, con vitalidad para hacer las cosas por si misma, todo lo nuevo no era sino, un atractivo reto!
Así, cualquiera que le hubiera visto 30min después de llegar a Barajas T4, podría decir que no, no estaba sola, ( must be a mistake)
Tal y como suceden las cosas que más tarde terminan mereciendo la pena, por casualidad y azar, ya tenía un ´nuevo amigo´, o al menos un colega de viaje.
¿Te estoy liando? Vale, todo empezó de forma sencilla, se equivocó en la cola para facturar y cuando se quiso dar cuenta estaba rodeada de viajeros croatas con destino a alguna ciudad que empezaba por ´Kri...´
La cola para el mostrador de Atenas se había formado en paralelo y contaba ya con más de cuarenta personas. Había entonces dos opciones, pasar a ser la pasajera número 41 en la lista o aquella por la que optó: preguntar aleatoriamente a un joven si dada si situación y el despiste... le permitía ponérse con él (vamos, colarse). Tenía ya comprobado que la sutileza y la educación han de ir siempre de la mano de cualquier viajero, siempre le había funcionado.
No lo sabría hasta unas horas más tarde, pero su nuevo amigo se llamaba Spyros, era un profesor de matemáticas en Grecia y tenía, por lo que pido estimar, unos 27 o 29 años. Era delgadito, moreno de piel y de aspecto mediterráneo.
Cuando se conocieron en la cola de facturación parecieron caerse bien, sin embargo, esto es Barajas T4 amigos! si nos vemos, nos vemos...!!
Sin embargo el azar de aquella mañana parecía estar juguetón, así hizo que ese chico de polo lila se encontrara con Suisett mientras ella estaba mirando una colonia.
Puede parecer que esta historieta toma matices de romance, nada más lejos de la realidad, no van por ahí los tiros. Aquel chico no despertaba su interés desde ese punto de vista, lo divertido del asunto era que se trataba de un viajero despierto, con ganas de conocer, alegre y muy amable con el que en tan sólo unos minutos, se sintió tremendamente identificada.
Esto, junto con el hecho de ser consciente de ese sentimiento, le hacía sentirse de nuevo, tremendamente orgullosa.
Spyro le comentó que había estado en España en unas cinco ocasiones,conocía Galicia, Sevilla, Huelva, San Sebastián, Bilbao y Madrid entre otras ( aunque el pequeño mapa que dibujo para ilustrar sus andanzas distaba bastante de parecerse en realidad a la Península Ibérica que nosotros tenemos en mente.) En fin, ella estaba ya acostumbrada a dibujar España de un solo trazo y situar León y otros puntos importantes , son cosas que tienes que explicar a menudo en un Erasmus... así que bueno, que menos que dibujarlo una vez más, su amable amigo se merecía tal veleidad.
Acto seguido el no dudo en hacerse con el lápiz para dibujar un boceto realmente completo de los Helénicos parajes, con detalles so nice como las islas más recomendadas, playas que merecían la pena, datos sobre población, tradiciones, consejos...
Suisett recordó a su amigo Mikel promocionando el paxaran allí por donde iba así que dado que no fue capaz de encontrar una botella de vino del Bierzo (como buena leonesa) no dudo en regalarle a Spyros una botellita de ETXECO como muestra de gratitud.
